miércoles, 1 de septiembre de 2010

Una joyita
Entre las páginas de un viejo libro de hojas amarillentas, se cayó este artículo fechado el 10 de Octubre de 1972. Siete días antes del día peronista, en un año clave en la historia argentina.

Raul Scalabrini Ortiz - Historia de los Ferrocarriles Argentinos
Los trabajos que se incluyen en este libro son fruto de una labor personal en que el autor no tuvo ni la mínima colaboración ajena, ni siquiera la del amanuense que copia documentos o verifica operaciones aritméticas elementales. Todo lo que este libro encierra es una obra personal, desde su concepción hasta la más pequeña de sus realizaciones.
En el transcurso de los años de investigación, el autor no tuvo más premio que la difamación y la calumnia defensiva de las inmensas fuerzas cuyo cimiento estaba socavado con el descubrimiento de la verdad histórica. Para la maledicencia, el autor fue sucesivamente un instrumento del oro ruso, del oro yanqui y del oro nazi, y cada vez que se detuvo por imperativo de la necesidad cotidiana o por no tener materialmente dónde publicar sus trabajos, se dijo que había sido doblegado por el oro británico.
Este libro demuestra documentalmente que el llamado Capital Ferroviario británico no es más que el producto del trabajo y de la riqueza argentinos capitalizados a favor de los financistas extranjeros, gracias a la delictuosa connivencia de los dirigentes políticos argentinos. En las contingencias a que está abocado el mundo debe ser considerado como una base en que puede fundarse la unidad de la nación. Con las enseñanzas y sentimientos que de su lectura se desprenden, este libro solo aspira a ser una de esas humildes piedras fundamentales que, hundidas en el silencio del subsuelo, soportan la gracia arquitectural de la futura estructuración argentina.
La historia del Ferrocarril Pacífico –cuya segunda parte completa la historia del Ferrocarril Andino- y las historias de los Ferrocarriles del Este y Trasandino y de los antiguos Ferrocarriles del Estado que integran esta edición completa, han sido agregadas tal cual fueron originariamente publicadas desde 1935 a 1946. Las circunstancias especialmente difíciles para el autor no le concedieron la tranquilidad necesaria para rehacerlas con más detalles. El autor lamenta no haber tenido más tiempo ni paciencia –a una edad en que ambas cosas siempre faltan- para detallar algunas maniobras típicamente financieras que quizás escapen a la desprevenida perspicacia del lector, en que merced a variantes casi imperceptibles una garantía de ganancia mínima se transforma en realidad en la constitución de un capital, por parte del Estado Argentino, que se entrega al contratista para su usufructo gratuito. Tal es el caso de las variantes que se introducen en la concesión del Ferrocarril Pacífico. La ley Nº 583 del 5 de noviembre de 1872 garantizaba una ganancia mínima del 7% a los constructores que invirtieran 14.800 pesos fuertes por kilómetro. Presupone la ley, como es lógico, que los contratistas son dueños del capital que se va a invertir. Pero el contratista Juan E. Clark, chileno de nacimiento, era un insolvente práctico. La ley nº 868 del 18 de septiembre de 1877 resuelve ese problema. El Estado Argentino crea un capital comprometiéndose a pagar directamente un 7% de interés a las acciones y títulos que emitan para formar el capital y entrega los fondos líquidos obtenidos al contratista para que éste lo emplee en la construcción de la línea. La única obligación que Juan E. Clark contrae es la de entregar al gobierno argentino la mitad de las entradas brutas que proporcionará el ferrocarril. Clark no cumplió nunca con esa obligación. Transfirió sus activos realizables a una empresa con matriz en Londres y se presentó en quiebra. Los futuros investigadores a quienes interese el tema podrán consultar el expediente en los archivos del Banco Nacional en Liquidación.
El 1º de Marzo de 1948, el gobierno argentino tomó posesión de todos los ferrocarriles extranjeros. Parecía que el telón definitivo había caído sobre un mundo colonial que solo ofrece recuerdos de miseria, de ignominia y de sucesiva destrucción de todos los esfuerzos argentinos para cimentar una nación verdaderamente libre e independiente. Pero detrás del desconcierto y de la confusión revolucionaria iniciada en 1955, han reaparecido los viejos testaferros que sirvieron a los intereses británicos en la elaboración y sostenimiento de su extinto imperio ferroviario. Es evidente que ellos están trabajando en el más sigiloso secreto para endeudar a los actuales ferrocarriles del Estado argentino y facilitar las maniobras futuras de readquisición, muy semejantes a las que condujeron a la pérdida de la propiedad del primer ferrocarril argentino, el Ferrocarril del Oeste. Pero eso ya no es historia y será el tema de otros trabajos defensivos. El futuro dependerá de nuestra decisión.
10 de Agosto de 1957

martes, 24 de noviembre de 2009

Interesante reflexión de Chesterton... "Hasta nuestros días se ha confiado en los periodicos por ser portavoces de la opinión pública. Pero muy recientemente, algunos nos hemos convencido (...) de que no son en absoluto tales. Son, por su misma naturaleza, los juguetes de unos pocos hombres ricos. El capitalista y el editor son los nuevos tiranos que se han apoderado del mundo. Ya no hace falta que nadie se oponga a la censura de la prensa. No necesitamos una censura para la prensa. La prensa misma es la censura. Los periodicos empezaron a existir para decir la verdad y hoy existen para impedir que la verdad se oiga." G. K. Chesterton 1917, Periodismo y crimen

viernes, 8 de mayo de 2009

Entrevista de Joaquín Soler Serrano TVE 1977




No tiene desperdicio.

Inefable: Que no se puede explicar con palabras.

viernes, 8 de agosto de 2008



La verdad es que está bueno pensarlo por lo menos.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Discurso de El Gran Dictador - Charles Chaplin

Lo siento.

Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni ayudar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.

Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.

Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.

Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.

Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oirme, les digo: no deseperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.

El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.

Soldados.

No os entreguéis a eso que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir.

Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina.

Vosotros no sois ganado, no sois máquinas, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo lo que no aman odian, los que nos aman y los inhumanos.

Soldados.

No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. El el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres..." Vosotros los hombres tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, el poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravilosa aventura.

En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.

Luchemos por el mundo de la razón.

Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.

Soldados.

En nombre de la democracia, debemos unirnos todos.


miércoles, 20 de febrero de 2008

Si, una chispa enciende un bosque tan fácil como una cabeza. La chispa de Charles Bukowski es inmensa y eterna. Me quemó la cabeza
Miles y miles de veces me pregunto cuánto sentido tiene regalar el sudor de frente. Cuánto sentido tiene trabajar y hacerme viejo haciendo rico a otro.
Por suerte me divierto haciendo lo que hago. No me puedo quejar. Casualmente hablando hoy con un amigo salió este tema, este "poco común" estar contento con el laburo que hago, pero así y todo hay cosas que no terminan de cerrar. Y Charly bajó de un mazaso la idea. Es genial y altamente recomendable.

La Chispa
Siempre me agraviaron todos los años, las horas, los minutos que les di como esclavo al trabajo, realmente herían mi cabeza, mi interior, eso me ponía enfermo y un poco loco. Yno podía entender el asesinato de mis años. Sin embargo, mis compañeros de trabajo no mostraban signos de agonía, muchos de ellos incluso parecían satisfechos, y verlos así me volvía casi tan loco como el estúpido trabajo sin sentido.
Los obreros se sometían. El trabajo los masacraba hasta la nulidad, los vaciaba y los tiraba después.
Me agravió cada minuto, cada minuto era mutilado y nada me liberaba de la monotonía.
Consideré el suicidio. Me emborraché en mis pocas horas de descanso.
Yo trabajé durante décadas.
Viví con mujeres de la peor clase, aquello que el trabajo fracasaba en liquidar, lo liquidaban ellas.
Sabía que me estaba muriendo.algo en mí decía, morite, dormí, convertite en uno de ellos, acéptalo.
Entonces otra cosa en mí decía, no, salvá aunque sea el pedacito más pequeño, no necesita ser mucho, sólo una chispa.Una chispa puede incendiar un bosque entero. Sólo una chispa. Salvala. Creo que lo hice. Estoy feliz de haberlo hecho. Qué cosa tan bella, afortunada y puta.-

Charles Bukowski

jueves, 8 de noviembre de 2007

Soledad
De caracter fuerte con reservas, bien formada y linda. No pasa desapercibida. Si bien es rubia, ella cautiva también desde el intelecto.
No es partidaria de un futuro sino más bien se declara una activista de un presente sin proyección.
¿A donde va Soledad entonces? Hasta ahora pocos pudieron saberlo. Los que creían saber, siempre se sintieron engañados y desestimaron, al tiempo, sus creencias. Otros murieron misteriosamente al poco tiempo. Lo cierto que de su vida no hay certezas, sino más bien pistas que conducen a una idea de lo que podría ser aproximadamente.
Se dice que ella comparte sin gozar y que goza son compartir. Ella se declara solitaria pero con ciertos momentos de integración. Los suficientes como para hacerse ver y no llamar la atención.
Una vez declaró que ella busca sin encontrar, pero pocos le creyeron.
Ella sufre y no sabe por qué. Digamos, para no faltar a la verdad, que ella no hace mucho por saberlo.
Alguien, que dijo conocerla bien, mencionó que es la hija de una lágrima, como Cassandra, pero para nada lounge. Al poco tiempo, dicho supuesto conocedor de la verdad murió misteriosamente. Nunca nadie más volvió a preguntar.
Ella ama los ocasos. Esos atardeceres que transforman el horizonte en millones de paisajes distintos en esos últimos segundos del día hasta que oscurece.
Los amaneceres para ella no existen, salvo que se tenga que levantar temprano un día de invierno, cosa rara en su agenda, pero no por ello inexistente.
Según alguna revistas de esas que roban la privacidad de los famosos, afirmaron que tuvo (o tiene) una relación temporal con Armando -solo un personaje- pero sin pasar a mayores en el plano nupcial. Van por lugares distintos. Ellos son novios y algo se quieren. Visto de afuera, podría decirse que es algo fria la relación que los une, pero no lo suficiente como para juzgarla.
Ella vive quizás sin saberlo y vaga con inteligencia por esta vida sin rumbo.